Con barbas de chivo y pantalones oscuros de pitillo, casi un millar de jóvenes acudieron este fin de semana a un festival de heavy metal en Sidi Kacem, una región norteña cercana a Tetuán. La celebración de un concierto de estas características no tendría especial relevancia si no fuera porque hace cinco años las autoridades detuvieron y procesaron a 14 jóvenes músicos acusados de quebrantar el Islam y satanismo por tocar en grupos de hard rock.
La mayor parte de los habitantes de Sidi Kacem no habían visto una guitarra eléctrica hasta este fin de semana. No les causó mucho entusiasmo a juzgar por la indiferencia y el pavor que mostraron los curiosos que se acercaron a las inmediaciones del recinto. Algunos de los grupos que tocaron se llamaban Hammerhead y Xenophiliya. Exactamente el mismo campo semántico que se emplea en Occidente.
Khalid Lamnoir, guitarrista de Xenophiliya, explicó que hay muchas dificultades para encontrar lugares donde tocar. La gente desconfía y piensan que son satánicos.
Detenidos por llamar a su grupo 'Satán' El miedo no es casual.
En abril de 2003 se abrió un proceso judicial contra catorce jóvenes acusados de atentar contra las buenas costumbres. Habían llamado a su banda 'Satán' y se les tildó de secta peligrosa. En el juicio se escucharon palabras escalofriantes para un occidental. Uno de los jueces, además de enojarse por que cantasen en inglés en lugar de en árabe, les espetó: "Las personas normales acuden a los conciertos con traje y corbata" en referencia a las camisetas negras de los jóvenes. Al final quedaron en libertad once de ellos. Aunque denunciaron que durante su estancia en prisión sufrieron abusos sexuales. Otros tres fueron condenados a un año de cárcel, pero por la presión social que se organizó tuvieron que ser absueltos. La opción que barajan los analistas es que la acusación se construyó de cara a la galería para contentar a los activistas musulmanes. El problema del alcohol En Marruecos no está prohibido beber alcohol, pero se hace discretamente. Tras el concierto, quedaron varias evidencias de que se habían consumido bebidas alcohólicas, lo que supone un problema cuando se les está acusando de "incitar a la depravación". África, territorio virgen El heavy metal es una moda que se ha extendido prácticamente por todo el mundo. Hasta en Uzbekistán, por citar un ejemplo, se puede encontrar al grupo 'Agony', con cuatro discos en su haber. Sin embargo, África se resiste a contar con una extensa nómina de grupos. Entre Argelia y Marruecos no suman más de veinte conjuntos. Para encontrar más hay que recorrer el continente hasta Botswana, donde están 'Crackdust' y 'Metal Horizon', y terminar en Sudáfrica, donde hay casi tantos como en cualquier otro país occidental.
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