BAUL DEL RECUERDO: BLACK SABBATH

BLACK SABBATH “Paranoid” (1970)

Acababan de separarse los Beatles, Led Zeppelin sacaba su “Led Zeppelin II” y Deep Purple su “In rock”. Estaba claro que se endurecía el panorama rockero de la época. Así es que, con estas perspectivas, Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra), Bill Ward (batería) y Terry “Geezer” Butler (bajo) cogieron unas 25.000 pelas (el cambio que sea en Libras esterlinas) y se fueron a un garito a grabarse un disco (el 2º) con una 8 pistas, y según cuenta la leyenda ¡en una sola tarde!.

El disco seguía los clichés de su propio sonido, una base muy sólida con el bajo en la parte más alta del mástil, muy grave, y la batería marcando ritmos pesados, heavies, variando sobre blues fuera del patrón de 12 compases.

“War pigs”, tema que abre el disco, trata sobre el poder militar y la locura de guerras como la reciente entones de Vietnam, terminando con uno de los temas fundamentales en la lírica Sabbath: “...los cerdos de la guerra lloran cabizbajos, de rodillas, suplicando el perdón de sus pecados, y Satán levanta el vuelo riendo...”. Le sigue “Paranoid”, el tema estrella del disco, la que tiene el ritmo algo más alegre digamos, todo lo contrario que “Planet caravan”, donde la batería deja paso a bongos, con guitarras suaves y poco agresivas, o a “Electric funeral”, cuyo título da idea exacta del contenido, y un cambio de ritmo espectacular en medio.

“Iron man” es un tema muy heavy, con un riff de guitarra que se repite de forma cansina. “Hand of doom” es una canción con varios ambientes, de ritmo suave al principio, inestable después y pesado en la trama central para terminar como empezó, fuera de la estructura clásica estrofa-estribillo, más bien experimental, desde luego es la más compleja del disco.

“Rat salad” es instrumental, con solo de batería incluido, y la última es “Fairie wear boots”, con varios cambios de ritmo y riffs marcados, de esos que te hacen mover la cabeza de arriba abajo...
En resumen, con 8 pistas no se puede hacer mucha virguería, por lo tanto estamos ante otro disco que encierra a un grupo tocando en directo en un estudio de grabación, sus instrumentos, su música y ellos, ni más ni menos. Auténtico y genuino Sabbath.