TAXCO, 25 DE OCTUBRE. “El metal azteca se convirtió en una corriente contracultural que ha predominado a pesar de que no ha recibido apoyo, mas que de los actores juveniles, por eso se mantiene como un movimiento social urbano, pese al encasillamiento que ha recibido por el atraso intelectual que se tiene en México”, reconoció Javier Partida, baterista de Transmetal, emblemática agrupación de trash metal mexicano.
Durante su gira internacional, Transmetal llegó a esta ciudad para acribillar los tímpanos de sus seguidores: thrashers, darketos, skatos y metaleros acudieron al llamado de la agrupación pionera del metal azteca.
Lo viejos metaleros taxqueños, al lado de la nueva generación, se reunieron el pasado viernes para participar en la descarga de riffs largos y arrolladores, mientras que el bombardeo y el lenguaje gutural, hizo que las cabezas frenéticas producirán el headbanger en un subterráneo lugar del centro de la ciudad.
Los chalecos, las playeras negras con estoperoles, las pulseras y el ritual que hace consigo la banda una comunión trastocó el ánimo de los taxqueños, con piezas clásicas de su repertorio Killer, Desear un funeral, El infierno de Dante, El enterrador, entre otras que son clave para conocer el avance del metal veloz y aplanador hecho en México.
Para Javier Partida integrante de la banda, mencionó que a 23 años de la agrupación, ha sido un proceso por el cual la agrupación ha tenido capítulos negros, “tras perder la compañía discográfica, al manager, porque en estos años es muy difícil que en nuestro país, sin el apoyo y la difusión más que de la gente haya sobrevivido Transmetal”.
En entrevista para La Jornada Guerrero, dijo que su trabajo musical lo han hecho con corazón “y no para llenarnos de gloria vana, porque el arte musical como el metal, se refiere a expresarte, comunicarte y a que exista una comunión musical con el público. Aquí no caben cosas que si aportamos o no al movimiento, eso sería ir contra el ideal del arte musical, aunque no somos artistas, somos transmisores de la cotidianidad y de los problemas sociales”.
Agregó: “Transmetal cuenta con potencial que se lo ganó a pulso, porque desde nuestra pagina web se está apoyando a favor de una isla, la ecología y medio ambiente y cuando mides que realmente recibes el apoyo y participan contigo en otras actividades a favor del planeta, te das cuenta que la gente está contigo”.
Consideró que en México el estereotipo de sexo, drogas y rock and roll no existe, “la gente piensa que el metal es un juego de desmadre, pero realmente eso no ocurre en el país y quién lo considere así está equivocado”.
Sin embargo, sobre el nivel musical opinó que comparado con el de Estados Unidos y países de Europa, el de México es bajo, “aquí la gente considera que somos unos malvivientes, que no tenemos cultura, que no leemos, que no nos interesa lo que pasa en el mundo”.
Recriminó, que no hay espacios y estaciones de radio que no han fomentado el rock mexicano, en lo largo de su programación “porque aunque no lo parezca, el metal es parte de la escencia musical, de la subcultura social”.
Agregó: “el heavy metal es una cultura trascendente que tiene un trasfondo importante, aunque en ocasiones, por la apariencia o la facha, nos reprueban, cuando en otro tipo de estilos musicales realmente existe la droga y las armas”.